Ilustración de Javier Torralba Casado
Érase una vez un número que se llamaba CERO. Cuando iba al colegio todo el mundo se reía de él porque no tenía ningún valor. Pero un día la profesora necesitaba ayuda, entonces todos se ofrecieron, también el número CERO. La profesora le encontró una utilidad: ponerlo detrás del 1 y formar un valor mayor. Así que nadie se rió más de él.
Javier Torralba Casado (1º B)
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