Había una vez un número que se llamaba cuatro. Estaba todos los días muy triste porque era malo en todo y decía que no servía para nada. El cuatro recurrió a su padre, el cuarenta y cuatro, que le dijo:
- No te preocupres, tarde o temprano encontrarás algo que te llene.
El cuatro se puso muy conento y se fue a ver qué se le daba bien. Al final lo encontró: ¡era el fútbol!
Yasmina Ayala Achab(1º B)
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